Fragmento de "AL LECTOR"
La estupidez, el error, el pecado, la angurria,
ocupan nuestras almas, trabajan nuestros cuerpos,
y alimentamos nuestros blandos remordimientos,
como los pordioseros nutren a sus gusanos.
Nuestros pecados, tercos; nuestro arrepentir, débil;
con creces nos hacemos pagar las confesiones,
y volvemos alegres al camino fangoso,
creyendo nuestras manchas lavar con viles lloros,
Charles Pierre Baudelaire